El Colibrí y el Picaflor por Charles Darwin en Chile


"Dos de picaflores o colibríes son comunes en el país: el Trochilus fortificatus (PICAFLOR CHICO: Sephanoides Sephanoides) habita en un espacio de más de 2.500 millas, por toda la costa occidental, desde la seca y calurosa región de lima hasta la selva de Tierra del Fuego, donde puede vérsele revolotear entre los copos de nieve. En la frondosa isla de Chiloé, que tiene un clima extremadamente húmedo, estas avecillas se mueven de aquí para allá entre el colgante follaje, en mayor número quizá que otras de diferente especie. Abrí los estómagos de varios ejemplares, cazados con la escopeta en diversas partes del continente, y en todos hallé restos tan numerosos de insectos como en el estomago de una trepadora. Cuando dicha especie emigra en verano hacia el Sur, es reemplazada por la llegada de otra que viene del Norte. Esta segunda especie (Trochilius gigas) es un ave grande (PICAFLOR GIGANTE: Patagona gigas), si se atiende a la delicada familia a que pertenece, y presenta un aspecto singular en su vuelo. Como otras del género, se trasladan de una parte a otra con una rapidez comparable a la del Syrphus, entre las moscas, o a la Sphinx, entre las mariposas, pero al cernerse sobre una flor bate las alas con un movimiento lentísimo y fuerte, totalmente distinto del vibratorio, que es común a la mayoría de las especies, y produce un zumbido característico de los demás colibríes. No he visto otra ave en que la fuerza de las alas pareciera (como en las mariposas) tan potente en relación al peso de su cuerpo. Al mantenerse en el aire junto a las flores abre y cierra constantemente la cola, a modo de abanico, y entretanto el cuerpo se sostiene en posición vertical, cabeza abajo. Esta acción parece dar estabilidad y sostén al pájaro entre dos vibraciones sucesivas de sus alas. Aunque se los vea siempre volar de una flor a otra en busca de comida, su estómago contiene de ordinario restos abundantes de insectos, que son los que, a mi juicio, busca mejor que el néctar. La nota que emite esta especie, como la de casi todos los individuos de la familia, es extremadamente aguda."
Charles Darwin, Diario de Viaje de un Naturalista, Capitulo XII, Chile Central.